Los vulgarismos son palabras o expresiones que se han deformado por ignorancia o con una intención negativa. Provienen de la lengua y se usan en el habla común y cotidiana, pero están mal empleadas al pronunciarse de forma incorrecta y hacer notar una falta de cultura y educación. A la persona que habla usando estas palabras se le considera vulgar o inculta, y da una mala impresión cuando el contexto es formal, sobre todo. Usar vulgarismos es mal visto aquí.
Los vulgarismos se dan en todos los idiomas y son considerados un lenguaje popular e incluso soez. Afortunadamente, la Real Academia de la Lengua Española los considera inaceptables y fuera de las reglas que están establecidas. Sin embargo, contiene junto a cada una de estas palabras una indicación: vulg., que indica que tal palabra es un vulgarismo. De este modo será más fácil filtrar las palabras para utilizar y perpetuar las que representen al buen uso.
En la actualidad, hay un problema de uso generalizado de estas palabras y expresiones, las cuales en su mayoría se derivan de la falta de lectura y de información sobre cómo se debe de hablar correctamente. El uso de vulgarismos es peligroso para la lengua porque tarde o temprano se van normalizando y la gente los deja pasar, incorporándolos al habla cotidiana y conformándose al escucharlos.
Cuando un vulgarismo se repite con mucha frecuencia se convierte en un vicio de dicción, así como los barbarismos, que son errores en el habla y la escritura tan exagerados que demuestran una ignorancia total. Por eso en las escuelas debe de pedirse una lectura constante en el alumnado; talvez no asignarles los clásicos, pero sí ponerles lecturas amigables que les ayuden a volver automática la forma correcta de presentar las palabras.
30 ejemplos de vulgarismos
- Nadien en lugar del correcto, que es “nadie”.
- Pior en lugar del correcto, que es “peor”.
- Naranjas en lugar del correcto, que es “nada”. En realidad, se añadió porque sonaba similar y se volvió una costumbre espontánea.
- Mirastes en lugar del correcto, que es “miraste”.
- Dijistes en lugar del correcto, que es “dijiste”.
- Menumento en lugar del correcto, que es “monumento”.
- Güeno en lugar del correcto, que es “bueno”.
- De gratis en lugar del correcto, que es “gratis”.
- De seguro que en lugar del correcto, que es “seguro que”.
- Andé en lugar del correcto, que es “anduve”, pasado del verbo andar.
- Asté en lugar del correcto, que es “usted”.
- Astedes en lugar del correcto, que es “ustedes”.
- Aiga en lugar del correcto, que es “haya”.
- Calcamonía en lugar del correcto, que es “calcomanía”.
- Ansina en lugar del correcto, que es “así”.
- Agarro y que le digo en lugar del correcto, que es “entonces le digo”.
- Tas en lugar del correcto, que es “estás”.
- Diferiencia en lugar del correcto, que es “diferencia”.
- La azúcar en lugar del correcto, que es “el azúcar”.
- Más mejor en lugar del correcto, que es “mejor”.
- Más pior en lugar del correcto, que es “peor”.
- La calor en lugar del correcto, que es “el calor”. De hecho, se ha considerado adecuado “la calor” cuando se hablaba de “la transferencia de calor” en fenomenología física. Pero en términos comunes se asume como correcto “el calor”.
- Ira en lugar del correcto, que es “mira”.
- Siñor en lugar del correcto, que es “señor”.
- Maldecido en lugar del correcto, que es “maldito”.
- Satisfació en lugar del correcto, que es “satisfizo”.
- Seño en lugar del correcto, que es “señora”.
- Ta güeno en lugar del correcto, que es “está bien”.
- Semos en lugar del correcto, que es “somos”.
- Yo de usted en lugar del correcto, que es “yo que usted”.
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