Ejemplos de oraciones subordinadas adverbiales
Entre los diversos tipos de oraciones existentes, se encuentran las oraciones subordinadas, (que son aquellas oraciones que dependen directamente de otra oración principal), y dentro de este grupo, se hace la subdivisión de oraciones subordinadas adjetivas, oraciones subordinadas sustantivas y de Oraciones subordinadas adverbiales.
A las oraciones subordinadas adverbiales también se les denomina adverbiales circunstanciales, gracias a que en varias ocasiones equivalen a un adverbio de manera circunstancial, es decir, que estando formando parte de una oración mayor, cumplen la función de adverbio, modificando y determinando el verbo de la oración principal igualmente a como lo haría un adverbio.
Estas oraciones subordinadas adverbiales, pueden ser:
- Causales
- Comparativas
- Concesivas
- Condicionales
- Consecutivas
- De lugar
- De modo
- De tiempo
- Finales
50 ejemplos de oraciones subordinadas adverbiales:
- Tuve que irme temprano, porque era absolutamente indispensable mi presencia.
- Debemos irnos de aquí, esto no nos incumbe.
- No pude llegar temprano a casa, porque me levanté tarde.
- No pude llegar a la escuela a tiempo, porque me quede dormido.
- Llegué tarde, porque había mucho tráfico.
- No vayas a salir a la calle al menos que sea indispensable, porque hace mucho frío.
- No pude comprar todo, solo me quedaban veinte pesos.
- Necesito las pinzas, porque sin ellas no puedo cerrar la llave del agua.
- Estuve trabajando mucho, puede que termine hoy mismo.
- Me esforcé bastante. Puede que lo logre.
- Lo arreglé temporalmente, puede que aguante un rato.
- Llegamos a la tienda, donde antes compraste el abrigo.
- Desayunamos en el restorán, donde cenamos en tu cumpleaños.
- Jugamos básquetbol, en el parque aquel.
- Miguel entró, al momento de salir Jimena.
- Sufrimos mucho, cuando pasó todo el problema.
- Llegamos del aeropuerto, antes del amanecer.
- Si trabajas duro, te ascenderán.
- Si terminas pronto, podrías salir a jugar.
- Si terminas la sopa, podrías comer postre.
- Busca un trabajo, así sabrás que es ganarse el pan.
- Aléjate de ella, búscate a otra.
- Mi prima Karina, es más bonita que Araceli.
- Emmanuel es más trabajador que Gonzalo.
- Wof, es más fuerte que los demás lobos.
- Rogelio tiene noventa años, es más grande que los demás.
- Estoy contento, aunque sigo molesto.
- No tenía nada que ver con el problema, se fue tranquilamente de ahí.
- No vallas, donde no te llaman.
- Bebo porque tengo sed.
- Cómo porque tengo hambre.
- Sudo porque hago ejercicio.
- Compremos tantos tacos como quieras.
- Lo hice como me dijo.
- Nosotros fuimos donde nos habías dicho.
- Comimos, donde trabaja juan.
- Esteban trabaja, donde Marcelo trabajaba.
- Llegue a la tienda, al momento en que estaban cerrándola.
- No compre los zapatos, porque no me alcanzó el dinero.
- Quise comprarme las botas, no pude por falta de dinero.
- Se alegró tanto, como si fuera verdad, no sabía que era broma.
- Brenda se alegró, cuando se lo dijiste.
- Porque te quiero, te perdono lo que hiciste.
- Me insultaste, por lo tanto hoy no cenarás.
- Te dejo sola, así sabrás que se siente.
- Te odio, porque eres mentiroso.
- Que traigan a Jacinto, a como dé lugar, el tienen la llave.
- Me gritó y luego, se fue tranquilamente.
- Me dejo, porque soy pobre.
- Dijo que no quería salir conmigo, porque no tengo coche.
David santos
junio 12, 2016 at 11:46 am
¿Ésta puede considerarse como una oración subordinada?
David lo puso donde no era, tendré que regresarlo, cómo le haré para dar con el lugar.