Ejemplos de Lípidos

Los lípidos o grasas son un grupo de moléculas orgánicas formadas principalmente por átomos de carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O), y que constituyen una de las fuentes de energía más importantes que se pueden encontrar en gran cantidad de alimentos. Dentro del gran grupo de los lípidos encontramos compuestos químicos muy variados, que pueden diferenciarse por sus estructuras y por elementos como el azufre (S) y el fósforo (P), que se agregan a los ya mencionados.

Los lípidos se caracterizan por ser hidrofóbicos, es decir que al estar en el mismo recipiente que el agua evita mezclarse con ella, generando una segunda fase separada y visible. Como ejemplo se tiene un vaso con agua y aceite, en reposo y distribuidos según su densidad. El agua es más densa, por lo que queda al fondo; el aceite es menos denso, por lo que queda encima. Sin embargo, si se les agregan emulsificantes o se les pone agitación con una hélice, tienden a mezclarse un poco.

Las moléculas de los lípidos se disuelven en sustancias como los solventes orgánicos: cloroformo CHCl₃, benceno C₆H₆, alcohol etílico C₂H₅OH, alcohol isopropílico (CH₃)₂CHOH, éter etílico (C₂H₅)₂O, acetona CH₃COCH₃. Sus puntos de fusión son bajos, por lo que a temperatura ambiente tienden a fundirse, y los de ebullición son muy variados según la complejidad de su cadena; si hay enlaces dobles en varias posiciones, la sustancia hervirá más rápido.

Los lípidos o grasas aportan aproximadamente el 30% de los requerimientos calóricos diarios. Por cada gramo de estas sustancias que se consume, se obtienen 9 calorías (9 cal/g), lo que les convierte en los nutrientes más energéticos, comparados con los carbohidratos y las proteínas, cada uno de los cuales entrega 4 cal/g. Por tanto, los alimentos que les contienen son los que deben recibir más atención para evitar su exceso.

Los lípidos cumplen funciones estructurales en las membranas de las células y además forman un depósito debajo de la piel cuya función es ayudar a conservar el calor corporal. Cuando no se aprovechan en el momento en el metabolismo para obtención de energía, los lípidos se almacenan debajo de los tejidos. Esto se vuelve peligroso cuando el consumo es exagerado y el almacenamiento es demasiado. Se tendrá sobrepeso y posteriormente se va a padecer obesidad.

Estearato de cetilo

En este artículo, encontrarás:

Tipos de lípidos según su estado físico

Funciones de los lípidos
Ejemplos de lípidos

Tipos de lípidos según su estado físico

Los lípidos se pueden encontrar, a temperatura ambiente, en tres estados de agregación: sólidos, líquidos, semisólido/semilíquido.

Lípidos en estado semisólido o semilíquido: Se trata de las grasas animales. Son viscosas y de color amarillento opaco. Se encuentran como una capa debajo de la piel y adheridas a los órganos. Su olor es peculiar y tienden a descomponerse con relativa rapidez. Contienen en su mayoría ácidos grasos saturados de cadena corta, como el ácido butírico CH₃CH₂CH₂
Lípidos en estado líquido: son los llamados aceites, y están contenidos en las semillas oleaginosas (“productoras de aceite”). Son ácidos grasos insaturados (con dobles enlaces) de cadena larga, como el ácido oleico, el ácido linoleico y el ácido linolénico. El aceite de oliva, por ejemplo.
Lípidos en estado sólido: son las llamadas ceras, formadas por ácidos grasos saturados de cadena larga. Son los que tienen un peso molecular más elevado de todos. La cera de abeja, por ejemplo.

Cápsulas de vitamina E — Las vitaminas liposolubles son lípidos reguladores, como la vitamina A, la vitamina E, la vitamina D y la K.

Funciones de los lípidos

Los lípidos cumplen tres funciones principales en el organismo:

Reserva energética
Función estructural
Función reguladora

Lípidos como reserva energética

Los lípidos, dado que se alojan debajo de los tejidos, funcionan como una reserva para aprovecharse como fuente de energía. Por eso el consumo de lípidos debe acompañarse con suficiente ejercicio físico para que no ocurra un exceso en el almacenamiento. Esa energía disponible se usa para procesos biológicos; si no se utiliza, se convertirá en sobrepeso y después en obesidad si no se lleva a cabo actividad física para asimilarla.

Si se tiene un exceso de lípidos, estos pasan a la sangre y posteriormente pueden ocasionar condiciones cardiovasculares como la arterioesclerosis, que es la formación de depósitos en las arterias, los cuales obstruyen el paso de la sangre y provocan que el miocardio se esfuerce más en bombearla a todo el cuerpo. Por tanto, pueden llegar a ocasionar un fallo cardíaco.

Lípidos y su función estructural

Los lípidos son sustancias que ayudan a formar la membrana de las células. De este modo, las células se reúnen para conformar los tejidos y después los órganos. Esto permite que se mantenga la temperatura adecuada dentro de ellos y haya una fuente de energía constante para su funcionamiento. Los animales que viven en ecosistemas helados como la tundra y la taiga tienen, además de un grueso pelaje, un depósito de grasas de gran espesor para mantenerse calientes.

Lípidos y su función reguladora

Existen lípidos que cumplen una función reguladora en el organismo. Es decir, se encargan de que algunas funciones biológicas se mantengan estables según las condiciones en las que se encuentre el animal o el humano. Se trata de las prostaglandinas, el colesterol y las hormonas esteroides presentes en el cuerpo, secretadas cada una por sus glándulas correspondientes y dirigidas a su función específica. Las vitaminas liposolubles A, E, D y K son lípidos reguladores.

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