En estos tiempos en los que la violencia prevalece, es muy importante hacer oraciones de la paz, para solicitarle a Dios ayude a los seres humanos a vivir en armonía.
Las oraciones de la paz si se rezan con fe pueden ayudar a que las personas estén más unidas, que exista menos violencia y a vivir con tranquilidad.
10 ejemplos de oraciones de la paz:
1.- Oración de la paz.
Oh, Dios, Creador del universo, que extiendes tu preocupación paternal sobre cada criatura y que guías los eventos de la historia a la meta de la salvación, reconocemos tu amor paternal que a pesar de la resistencia de la humanidad y en un mundo dividido por la disputa y la discordia, tú nos haces preparar para la reconciliación. Renueva en nosotros las maravillas de tu misericordia, envía tu Espíritu sobre nosotros para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones, para que los enemigos puedan empezar a dialogar, para que los adversarios puedan estrecharse las manos y para que las personas puedan encontrar entre sí la armonía. Para que todos puedan comprometerse en la búsqueda sincera por la verdadera paz, para que se eliminen todas las disputas, para que la caridad supere el odio, para que el perdón venza el deseo de venganza. Amén.
2.- Oración para la Paz Espiritual.
Amado Dios toma mi vida y permíteme vivir serenamente este día. Abre mi mente a pensamientos positivos. Saca de mí todo mal sentir hacia los otros. Haz posible que yo pueda sentir gozo, amor, compasión y permíteme sentirme vivo otra vez. Ayúdame a aceptar las cosas como son, a aguantar la lengua, a cumplir con mis tareas diarias, a dar libertad con amor. Llévate mis preocupaciones por el futuro. Que yo pueda darme cuenta de que en tus manos todo se me provee, que no tengo control sobre nada sino yo mismo, que el presente es precioso y pasa muy pronto. Ayúdame a recordar que el odio y el dolor dirigidos a mí son el odio y el dolor que siente la otra persona. Gracias por aceptar mi carga y por hacerla más liviana. Amén.
3.- Oración por la paz. San Francisco de Asís.
Señor, hazme un instrumento de tu paz, que donde haya odio, ponga yo amor, donde haya ofensa, ponga yo perdón, donde haya discordia, ponga yo armonía, donde haya error, ponga yo verdad, donde haya duda, ponga yo la fe, donde haya desesperación, ponga yo esperanza, donde haya tinieblas ponga yo la luz, donde haya tristeza, ponga yo alegría. Oh, Señor, que no me empeñe tanto en ser consolado como en consolar, en ser comprendido, como en comprender, en ser amado, como en amar, porque dando se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado, muriendo se resucita a la vida eterna. Amén.
4.- Oración por la Paz del Mundo.
Señor Jesús, tú guías sabiamente la historia de tu Iglesia y de las naciones, escucha ahora nuestra súplica. Nuestros idiomas se confunden como antaño en la torre de Babel. Somos hijos de un mismo Padre que tú nos revelaste y no sabemos ser hermanos y el odio siembra más miedo y más muerte. Danos la paz que promete tu Evangelio, aquella que el mundo no puede dar. Enséñanos a construirla como fruto de la Verdad y de la Justicia. Escucha la imploración de María Madre y envíanos tu Espíritu Santo, para reconciliar en una gran familia a los corazones y los pueblos. Venga a nosotros el Reino del Amor y confírmanos en la certeza de que tú estás con nosotros hasta el fin de los tiempos. Amén.
5.- Oración de Paz.
Señor, colma de esperanza mi corazón y de dulzura mis labios, pon en mis ojos la luz que acaricia y purifica, en mis manos el gesto que perdona. Dame el valor para la lucha, compasión para las injurias, misericordia para la ingratitud y la injusticia. Líbrame de la envidia y de la ambición mezquina, del odio y de la venganza. Y que al volver hoy nuevamente al calor de mi lecho, pueda en lo más íntimo de mi ser, sentirte a ti presente. Amén.
6.- Oración por la paz.
Señor Jesús, ten piedad de nosotros y concédenos la paz y la unidad, no permitas que nos soltemos de tus manos y danos un corazón capaz de amar como tú nos amas. María Madre auxílianos en estas difíciles horas de la tribulación, sé nuestra fuerza y consuelo. Cúbrenos con tu manto y que la sangre de tu bendito Hijo nos proteja de todo mal, Ten piedad Señor de nosotros, los que a ti nos encomendamos, te lo rogamos por tus méritos y los de tu amorosa Madre. Ten piedad y se nuestra Roca y Baluarte. Señor no mires nuestras miserias y pecados, sino la fe de tu iglesia que clama tu socorro. Madre Santa tú eres nuestro comandante dirígenos por el camino que al Señor le agrada, danos Señora las armas necesarias para hacer de este mundo un espacio de amor misericordioso, donde ningún hermano sufra. Te lo rogamos Señor por la intercesión de María Santísima, por sus méritos te lo pedimos, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
7.- Lléname de paz.
María, madre de Dios, Madre mía, Reina de la Paz, pide a tu hijo Jesús me conceda el don de la paz. Ora por mí para obtener paz, paz en mi corazón, paz en mi mente y alma, paz en mi familia, paz con todos aquellos que encuentro en mi camino, la paz de Jesús. Jesús, mi Señor y Salvador, mi hermano, Rey de la paz, acudo a ti con María, Reina de la Paz, para pedirte humildemente el don de la paz. Derrama sobre mí tu Espíritu Santo de la Paz. Concédeme la paz, Jesús, paz dentro de mí, paz en mi familia, paz en cada día de mi vida. Da la paz a mi país y a cada nación. Paz para todos, paz para el mundo. Jesús mi mediador con el Padre, llévame al Padre para orar por la paz. Padre, Padre de Jesús, nuestro Padre, mi Padre, vengo a ti con tu Hijo Jesús. En Él, con Él y a través del ´´El oro por la paz. Amén.
8.- Oración por la paz. Juan Pablo II.
Oh, Dios, Creador del universo, que extiendes tu preocupación paternal sobre cada criatura y que guías los eventos de la historia a la meta de la salvación, reconocemos tu amor paternal que a pesar de la resistencia de la humanidad y en un mundo dividido por la disputa y la discordia, tú nos haces preparar para la reconciliación. Renueva en nosotros las maravillas de tu misericordia, envía tu Espíritu sobre nosotros, para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones, para que los enemigos puedan empezar a dialogar, para que los adversarios puedan estrecharse las manos y para que las personas puedan encontrar entre sí la armonía. Para que todos puedan comprometerse en la búsqueda sincera por la verdadera paz, para que se eliminen todas las disputas, para que la caridad supere el odio, para que el perdón venza el deseo de venganza. Amén.
9.- Oración por la paz interior.
Amado Dios toma mi vida y permíteme vivir serenamente este día. Abre mi mente a pensamientos positivos. Saca de mí todo mal sentir hacia los demás. Libérame del rencor y de mis temores. Haz posible que yo pueda sentir gozo, amor, compasión y permíteme sentirme vivo otra vez. Ayúdame a aceptar las cosas como son, a refrenar mi lengua, a cumplir con mis tareas diarias, a dar libertad con amor. Llévate mis preocupaciones por el futuro. Que yo pueda darme cuenta de que en tus manos todo se me provee, que no tengo control sobre nada sino sobre mí y que puede levantar confiado mi vista hacia el futuro. Que pueda redescubrir el momento presente, que es precioso y pasa muy pronto. Infúndeme Señor tu Santo Espíritu de paz y de luz. Gracias por aceptar mi carga y por hacerla más liviana. Amén.
10.- Oración pidiendo la paz.
Señor, hoy quiero pedirte que vengas a derramar tu amor y tu paz en mi familia, mi trabajo y en todas las áreas de mi vida. Amado Jesús, apacienta con tu paz mis rebeldías, mis resentimientos, mis odios, mi falta de oración, de amor y de perdón. Derrama, dulce Jesús, tu amor sobre mi corazón, para que te lo pueda entregar sin temor y abrirlo a tu Gracia. María santísima, inunda con tu tierno amor cada uno de los recuerdos que tengo escondido en mi corazón, todas mis plegarias, mis anhelos, proyectos, afectos más preciados, mis sentimientos más puros. Adorado Jesús, lléname con la paz que brota de cada una de tus santas llagas. Prepárame para recibir la gracia que me quieras regalar. Señor, que tu suave y profundo amor, penetre en mis heridas y llene mis vacíos con tu Santo Espíritu. Que junto con María, mi madre, me abandone en tus amorosos brazos, para que te lleves toda la inquietud de mi corazón y pueda experimentar tu paz. Jesús, lava mis heridas, mi corazón y todo mi ser. Sedúceme Jesús, con la dulzura de tu amor, de la mano de mi Madre. Padre amado, me entrego a tu paternal corazón, para que obres en el mío. Regálame tu alegría Señor y hazme descansar en Ti. Amén.