Un tipo de cambio es una relación de proporción o una tasa que se da entre el valor de una divisa y otra. Como bien sabemos, una divisa es una moneda que se utiliza en un país o región que es ajeno a su origen. Por lo tanto, se trata del dinero extranjero que se utiliza en algún país. En el tipo de cambio la tasa indica el número de divisas que se necesitan para obtener cierta cantidad de otra. Por lo tanto, en otras palabras esto significa que el tipo de cambio establece cuánto dinero se necesita para obtener una cantidad equivalente en otro tipo de moneda o dinero. De esta manera, por ejemplo, un dólar norteamericano es equivalente a doce pesos mexicanos, por lo que tendríamos que pagar esta cantidad para obtener uno de aquellos.
El tipo de cambio se regula gracias al mercado de divisas. Generalmente, como cualquier otro mercado o negocio, la tasa o el tipo de cambio en sí se determina según la ley de la oferta y la demanda. No obstante, existen dos clases de tipos de cambio, los cuales afectan en gran medida las características del mismo.
Los tipos de cambio son:
1. Tipo de cambio fijo: este es un régimen cambiario de divisas en el cual el valor está determinado o estipulado según alguna divisa de referencia, una canasta de monedas o una medida de valor específica como el oro. Como su nombre lo indica, en este tipo de cambio la moneda mantiene un valor más o menos estable, lo que facilita mucho el comercio y las inversiones entre países, principalmente entre aquellos que son considerados como economías pequeñas. En este caso, la tasa está estipulada la mayoría de las veces por un Banco Central o alguna autoridad monetaria.
2. Tipo de cambio flexible: como su nombre lo indica, este tipo de cambio es opuesto al cambio fijo. En él no se da una regulación por parte de un banco o entidad monetaria, sino que el valor es fijado por el mercado. Es por ello que a este tipo de cambio también se le conoce como moneda flotante. Evidentemente, el tipo de cambio de la divisa no es estable, sino que depende del juego de la oferta y la demanda. Sin embargo, debido a que el precio o la tasa fluctúa mucho, es muy común que alguna autoridad utilice mecanismo, no directos, para regular la divisa.