Denominamos como narración histórica o narrativa histórica a una de las formas de la narración, que hace referencia a hechos históricos que son relatados por una voz narrativa, que puede ser la de un personaje (ficticio o real), misma que puede ser de carácter omnisciente, un personaje principal, o un personaje secundario. Estas bien pueden ser orales (como las narraciones periodísticas que relatan un hecho histórico, aquellas que se suelen hacer en documentales, programas de radio o las usadas en la narración oral de historias y sucesos pasados (tradiciones históricas de un lugar, o de los hechos pasados anteriormente por quien los narra o que le han acaecido a otros), así como las escritas, que suelen basarse más en fuentes historiográficas, emerográficas, cartas, fuentes bibliográficas y otras fuentes, y suelen ser comunes en textos encausados a la enseñanza, como en el caso de narraciones en libros de historia y novelas históricas.
A su vez las narraciones históricas se cuentan entre las narraciones realistas, es decir, aquellas que se fundan en hechos y sucesos reales (al respecto se menciona que en las novelas históricas y en algunos documentales “dramatizados”, sí suelen existir sucesos “Idealizados” o que se hallan fantasías entrelazadas con las historias reales).
La narración histórica es aquella que solemos utilizar comúnmente, cuando relatamos algún hecho que nos ha sucedido, y la podemos identificar fácilmente ya que suele ser utilizada comúnmente en textos como los libros de historia en donde la voz narrativa relata los hechos acaecidos hace tiempo, en documentales, en programas de radio, en novelas históricas, y en las tradiciones orales (historias relatadas oralmente) de muchos pueblos, en donde alguien relata los sucesos pasados.
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Ejemplo de narración histórica oral:
“Hace mucho tiempo, mucho, mucho, pero mucho tiempo, mucho antes de que tus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y los Padres de ellos nacieran, en los tiempos de la conquista, habían llegado a estas tierras gentes que venían del viejo continente, algunos dicen que eran españoles o creo que italianos o franceses, no lo sé a ciencia cierta, pero ellos llegaron aquí y se establecieron conviviendo con los indígenas de la región. Ellos Poblaron este valle y por eso es que nosotros somos de los pobladores más antiguos de esta región. Es de ellos querido nieto y de los indígenas de estas tierras que tú desciendes, así que siente orgulloso pues tú eres el resultado de la mezcla de aquellos europeos que emigraron a estas tierras, y de los antiquísimos indígenas que la poblaban desde antaño. (Ejemplo de narración histórica [ficticia] y oral de una huelo a su nieto).
Ejemplos de narración histórica:
(Narración histórica; trascripción de libro de historia)
…”Don Pedro moreno, o jefe de aquél punto, Y que ya hemos nombrado varias veces en los capítulos anteriores, nació en las cercanías de lagos el año de 1435, y pertenecía a una distinguida familia de esa población. Había estudiado en el seminario de Guadalajara, y a fines del siglo anterior volvió al lugar natal, dedicándose al comercio y el cuidado de sus propiedades. La revolución de independencia hallo en él y en casi todos los miembros de su familia ardientes partidarios, que fomentaron en lagos y sus alrededores el sentimiento de insurrección contra los dominadores, y durante algún tiempo pudo moreno, a pretexto de sus negocios de comercio, hacer frecuentes viajes a la provincia de Valladolid, siempre henchiada de independientes, y mantener activas relaciones con los jefes que los comandaban. Pero ya en los primeros meses de 1814 las autoridades de Lagos vigilaban los pasos de Pedro moreno, quien, conociendo el peligro en que se hallaba, marchó a Michoacán con casi todos los efectivos que tenía en su tienda, vendiólos allí, y receloso de la realidad realista no entró en Lagos y se quedó en la hacienda de la sauceda, desde donde. Escribió a su esposa, diciéndole que estaba resuelto a tomar las armas en favor de la independencia, dejándole libertad para seguirle a la campaña o para permanecer con sus hijos en la ciudad de lagos. Era Doña Rita Pérez, esposa de Moreno, una mujer de nobles sentimientos y ánimo esforzado, y prefirió los peligros de la guerra a la separación del hombre con quien había unido su suerte. Acompañada de sus hijos, que en su mayor parte no salían aún de la infancia, y de sus cuñadas y sirvientes, marchó en el mes de abril de 1814 a reunirse con su marido en la hacienda de Sauceda, donde éste ya había armado y montado muchos rancheros de las cercanías. Seguido de toda gente, Pedro moreno se dirigió a la sierra de Comanja, en la que se hallaban los Hermanos franco al frente de una guerrilla; con estos, y en compañía de nuevos correligionarios que se le presentaron, distinguiéndose entre todos Don Santiago y Don Manuel González, oriundos de lagos también, sostuvo varias acciones contra el jefe realista Galdámez, y largo sería referir los repetidos encuentros que empeñaron sus armas con las de los dominadores, desde que proclamó la independencia hasta mediados de 1817. Poco después de su alzamiento escogió el cerro del sombrero para resistir los ataques del enemigo, y allí construyó las fortificaciones que hemos descrito anteriormente. En 1815, una de sus pequeñas hijas cayó en poder del jefe realista Brilanti, quien cuidó de ella con paternal esmero, y alguna vez del General Don José de la Cruz ofreció el indulto a Moreno, como el emisario encargado de ello instase al bravo insurgente porque lo aceptara, o siquiera que fuese por la niña que estaba como rehén, contestó éste con que no le interesa, “que allí tenía otros cuatro hijos y que estaba resuelta sacrificar los todos por la patria”. Más tarde, en la toma de la Meza de los caballos, ocurrida en los primeros días de marzo del año a que hemos llegado en nuestro relato (es decir el año de 1817), perecieron combatiendo con denuedo el mayor de los hijos de Pedro moreno, joven de quince años apenas, y un Hermano de éste que fue un preclaro caudillo. Tal era el hombre con quien Francisco Javier Mina acababa de unir sus tropas y que desde ese momento había de ser su fiel compañero en la prosperidad y en la desgracia”…
(Transcripción de un libro de historia de México “ México a través de los siglos” <<la guerra de independencia>> páginas siento 187 -188).