Todas las personas pasan etapas de aflicción en sus vidas, el autor Stephen Covey analizó y descubrió que una muy pequeña parte de lo que sucede en la vida diaria es capaz de crear una gran perturbación emocional y a esto le llamó el Principio 90 10.
En el Principio 90 10 se establece que del total de aflicciones que siente una persona, el 10% están causadas por situaciones que no se encuentran bajo su control y el 90% es la forma en que las personas reaccionan ante ese 10%.
10 ejemplos del Principio 90 10:
- No tenemos control sobre el tráfico que hay en las mañanas, pero sí sobre el enojarnos o no si el tráfico nos retrasa para llegar al trabajo.
- No podemos hacer que un avión se retrase, pero podemos controlar el cómo nos sentiremos con el retraso de ese vuelo.
- Una persona te hace una crítica en un mal tono, es una decisión personal molestarse por esos comentarios o no.
- Si una persona pierde su empleo de nada le servirá enojarse o frustrarse, lo mejor es dedicar energías a la búsqueda de un nuevo empleo.
- Si un buen amigo te contradice, la forma en que reacciones puede determinar que la amistad continúe o que puedas perder esa amistad.
- Una persona sale temprano para llegar a una cita importante, pero el autobús va muy lento debido a un accidente, la persona puede enojarse y decidir en ese momento que echó a perder su cita, o realizar una llamada y explicar la situación en que se encuentra.
- Un joven reprueba una materia, puede deprimirse y autocriticarse negativamente, o planear presentar el examen extraordinario y ponerse a estudiar para aprobarlo y desaparecer el problema.
- Si alguien discute con su pareja puede llegar al trabajo de malas y estar pensando en la causa de la discusión, lo que hará que se retrase en su trabajo y eso puede ocasionarle problemas muy serios, o simplemente dejar la discusión atrás y dedicarse a su trabajo.
- Si a alguien lo ha abandonado su pareja, es su decisión amargarse la vida por esta situación, o analizar las causas en que éste pudo haber fallado para no cometer los mismos errores y seguir adelante con su vida.
- A una persona a la que le han diagnosticado una grave enfermedad puede deprimirse y pasar el resto de su vida lamentándose por sufrir ese mal, o dedicar sus energías a un tratamiento y a pasar el resto de su vida feliz por cada día que tiene de disfrutarla.