En términos generales, la caligrafía es considerada como un arte que tiene como finalidad escribir con un tipo de letra bien formada y estéticamente bella, siguiendo diferentes estilos o formas. No obstante, la mayoría de las veces también se refiere a la forma cómo escribe alguna persona. Por lo tanto, la caligrafía puede abarcar desde diseños o formas simples y funcionales hasta complejas elaboraciones que se caracterizan por su gran belleza y donde se da mayor peso a un concepto artístico que incluso a la correcta transmisión del mensaje. Por ejemplo, en el primer caso podemos mencionar la caligrafía infantil, la cual se basa en formas simples y fáciles de identificar y leer. Por el contrario, en el segundo caso podemos hablar de la caligrafía oriental, la cual es toda una obra de arte que requiere preparación y habilidades específicas.
Generalmente, los distintos tipos de caligrafía que existe se definen por sus formas, las herramientas que se utilizan para su escritura y, sobre todo, por el tipo de lenguaje y signos que utiliza para transmitir su mensaje. En este sentido, la caligrafía occidental utiliza evidentemente los signos de los distintos lenguajes fonéticos como el castellano, el francés o inglés. La caligrafía oriental usa mucho más los ideogramas, es decir signos que no representan un sonido sino una idea en sí misma.
Caligrafía árabe: como lo indica su nombre, es la manera de escribir o caligrafía que utilizan los pueblos que hablan árabe o que usan el alfabeto árabe y sus variantes para comunicarse. Generalmente se le considera como la más importante de las artes islámicas. A su vez, dentro de este tipo de caligrafía existen distintos subtipos que estilizan de distinta manera las letras o palabras, utilizando para ello distintos elementos decorativos. Asimismo, con las palabras se pueden formar figuras o imágenes de la vida real como animales.
Caligrafía china: este tipo de caligrafía es el que se usa en aquel país asiático, la cual se realiza mediante tinta y pincel. De hecho, existen cinco formas diferentes de representar los caracteres chinos, que suelen ser ideográficos y no fonéticos. Esto quiere decir que cada signo representa una idea en su totalidad. Los cinco estilos a los que nos referimos son: estilo de sello; estilo de los escribas; estilo regular; estilo corriente y estilo de hierba.
Caligrafía japonesa: obviamente, este tipo de caligrafía se utiliza en este país asiático y proviene de la caligrafía china, por lo que para su escritura también se utiliza tinta y pincel. En Japón esto se considerada todo un arte y una disciplina muy difícil de aprender bien y perfeccionar. De hecho, se les enseña a los niños en las escuelas para que la conozcan. Dentro de este tipo de caligrafía existen tres subtipos: hirgana, katakana y kanji, que es de origen chino.
Caligrafía occidental: este tipo de caligrafía es uno de los más conocidos y se basa en el uso del alfabeto latino y de caracteres fonéticos. Esto quiere decir que cada signo representa a un sonido que, junto a otros, forman una palabra y oraciones. Evidentemente, este es el tipo de caligrafía con el que estamos más familiarizados y, en realidad, su práctica requiere de cierta preparación aunque su uso es más común que otros tipos de caligrafía.
Caligrafía uncial: este fue un tipo de caligrafía que se caracterizaba por el uso exclusivo de mayúsculas. Fue de uso común entre los griegos y latinos durante los siglos III y VII. Sin embargo, actualmente se está retomando este tipo de caligrafía, principalmente con fines artísticos.
Caligrafía gaélica: este tipo de caligrafía es utilizada por los pueblos de origen celta, es decir de lo que hoy es la Gran Bretaña. Se caracteriza particularmente por el uso de mayúsculas y por sus líneas de tinte gótico.
Caligrafía infantil: como lo indica su nombre, este tipo de caligrafía está dirigido a un público infantil, por lo que su escritura es muy sencilla para la fácil lectura. Suele tener características muy básicas y rústicas, que se asemejan a las formas como un pequeño escribiría.