Un medicamento, en términos generales, es un fármaco o una combinación de estos que tiene la finalidad de producir un efecto farmacológico en las personas que lo consuman. Esto quiere decir que, gracias a su composición química, los medicamentos son productos (que en muchas ocasiones se venden de manera controlada) que sirven para prevenir, aliviar o mejorar alguna enfermedad o padecimiento, modificando ciertos estados fisiológicos. De esta manera, podemos decir que los medicamentos son sustancias que generan una reacción química en el cuerpo, gracias a los materiales con los que están hechos, lo que ocasiona cierta respuesta ante un cuadro clínico de enfermedad o padecimiento patológico. Debido a ello, algunos medicamentos deben de estar controlados gracias a que producen cambios sustanciales en la persona que los consume.
Como bien sabemos, los medicamentos son hoy en día una de las alternativas sintéticas más utilizadas por millones de personas alrededor del mundo para curar, prevenir o mejorar los síntomas de alguna enfermedad. Aunque sus ingredientes suelen ser de origen natural, lo cierto es que los medicamentos están sujetos a procesos químicos industriales que provocan que dichos ingredientes cambien sus características o efectos. En cuanto a su clasificación, los medicamentos están divididos de muy distintas formas. Ya sea por su constitución química, sus formas de aplicación, sus efectos o su grado de efectividad. Sin embargo, a continuación presentamos la clasificación más general y popular al respecto.
Tipos de medicamentos:
Medicamentos de especialidad farmacéutica: este tipo de medicamentos son aquellos que tienen una composición e información bien definidas, en cuanto a su composición farmacéutica y sus dosis, por lo que su uso es inmediato y de manera general. Esto quiere decir que son todos aquellos medicamentos que son de libre venta y que se utilizan para enfermedades o padecimientos sencillos como la gripe, dolores de cabeza o ligeros problemas estomacales.
Medicamentos de fórmula magistral: este tipo de medicamentos están dirigidos hacia algún paciente en particular. Es decir, son medicamentos que se producen para atacar ciertas enfermedades o padecimientos específicos y que por lo tanto, requieren de fórmulas y dosis especiales. Por lo tanto, este tipo de medicamentos no son de venta libre, sino que tienen que ser prescritos por algún doctor o especialista, quien especifique la duración total del tratamiento y la dosis que se debe de tomar.
Medicamentos preparados o de fórmula oficinal: es el tipo de medicamentos que son elaborados expresamente por algún farmacéutico debidamente certificado, el cual atiende las necesidades de un paciente que requiere de tal medicamento. Por lo tanto, es un medicamento preparado al instante y que debe cumplir con cierta fórmula ya establecida.
Medicamento prefabicado: este tipo de medicamentos se producen o realizan sin necesidad de tener una autorización farmacéutica precisa, por lo que pueden ser preparados por cualquier farmacéutico que tenga el conocimiento adecuado.
Medicamento en investigación: este tipo de medicamentos no están a la venta ni se comercializan. Como su nombre lo indica, se trata de medicamentos que están en una fase experimentan o de prueba. En este caso se selecciona un ingrediente activo o placebo que es el que formará parte del futuro medicamento. Por tal motivo su efectividad está a prueba en un laboratorio y es por eso mismo que no se comercializa hasta conocerla bien.