Los intereses son un tipo de índice o unidad de medición, por llamarlo de alguna manera, que ayuda precisamente a determinar la medición de la rentabilidad de los ahorros o el costo de un crédito. Por lo tanto, el interés es un término económico financiero que estipula una cantidad de dinero que se obtiene por el rendimiento de los ahorros o por un préstamo. En términos concretos esto se expresa cuando una persona tiene ahorros en un banco y ella recibe anualmente cierta cantidad de dinero por concepto de beneficios o rendimiento. Por su parte, cuando alguien solicita un crédito se le aplica un interés, que en todo caso sería como el cobro por prestar dicho dinero.
Los intereses se definen según el tipo de cobro o beneficio que implican, principalmente en un periodo de tiempo establecido. De esta manera, aunque algunos consideran que existe otra clasificación más amplia.
Los intereses se pueden dividir en los siguientes tipos:
1. Tipo de Interés (TIN): este tipo de interés se refiere al porcentaje aplicado cuando se da o ejecuta el pago de intereses según un cierto periodo de tiempo determinado. De esta manera, es el interés que se calcula al final de un año o al mes según la cantidad de dinero que se tenga ahorrado.
2. Tasa Anual Equivalente (TAE): este tipo de interés se basa también en el porcentaje aplicado cuando se ejecuta el pago de intereses según un periodo de tiempo determinado. Sin embargo, como su nombre lo indica, este porcentaje no varía como en el caso anterior, sino que se mantiene estable siempre.
3. Tipo de interés real o ajustado: el tipo de interés real es el porcentaje que obtendrá una persona al momento de realizar algún tipo de operación crediticia. En este caso este tipo de interés es fluctuante ya que se determina a partir de la inflación y otro tipo de condicionantes financieros. Existen distintas maneras de saber cuánto porcentaje es de este interés.